Recientemente pasé por la librería y me encontré con esa tentadora portada y obviamente compré el libro con el ánimo de apoyar lo gay en Colombia (craaaaso error, lástima la plata).
Me aplicó el dicho "no juzgues un libro por su portada". Empiezo esta reseña/opinión diciendo que no me gusto el libro.
Bien sabía yo que esta no iba a ser LA novela homoerótica o intento de una, pero no me imaginé una historia tan ... colombiana (no encuentro otra palabra). Como bien sabrán los colombianos tenemos fama de ser los sobrevivientes de una cloaca llena de drogas, sicarios, prostitutas, narcotraficantes, violadores, pobreza y demás, gracias a nuestras "apreciadas narconovelas" y "espectaculares películas" cofcofrosariotijerascofcoflavirgendelossicarioscofcof.
Esta novela no trata estos temas... no la mayoría, pero al sumergirte en esta historia te das cuenta que es otra colombianada que busca despertar el morbo de forma "sutil". Cuando te enteras que tomaron una noticia que debería haber quedado en el olvido y la vuelven novela, sabes que este país no tiene remedio.
La historia trata sobre dos sacerdotes homosexuales René y Rómulo. René contrajo SIDA y básicamente en toda la novela buscan la forma de desaparecer del mundo de los vivos sin causar revuelo en la iglesia ni en los feligreses.
Aquí es donde entra la historia del sicario, el mundo de la pobreza, un suicidio, muchas bocas que alimentar y un hombre desesperado etc, menos mal la historia era corta, porque hubiese sido como ver una novela sin ton ni son como las que dan en RCN y Caracol.
La dinámica del libro es que cada capítulo te lo va contando alguien diferente y hay algunos capítulos que a uno le cuesta entender con quién habla René, ya luego vas cogiendo el hilo. Es fácil de leer, tiene una fluidez que te deja terminar así no estés enganchado.
Un punto negativo que tiene el libro es que no te da tiempo para cogerle cariño a los personajes, no te da tiempo de sentir la angustia de la pareja que se ama y que saben que están destinados a morir. Nada de eso te da tiempo de procesarlo, más bien la idea que tiene el autor es que empiezas con la desastrosa noticia y el resto de la novela es para conocer a los personajes e "intentar lamentar su suerte" cosa que en mí caso, nunca pasó, prácticamente me dio igual que se fueran a morir o no.
Por otro lado, hay un "intento" en hacer las personalidades de René y Rómulo distintas, pero en mi opinión en la mayoría del libro eran prácticamente la misma persona. Nunca sentí la diferencia, eran la misma persona con diferente nombre. Esto lleva a que lo único que te ayude a saber quién es quien es que René era promiscuo (y que por eso contrajo la enfermedad) y que Rómulo era más serio y tímido. Esa es la "distintiva" marca, ¡ah claro! eso tampoco ayuda a que le cojas cariño a los personajes. Cosa que me hace acordar y me causa gracia, es que mi personaje favorito sea la mamá de René ¡Y solo le dedicaron a lo mucho una página!
Adentrándome más en la historia, felicito la burla discreta que hacen del procurador Ordoñez y su séquito. Hay una representación del pensamiento retrógrada de este país y se lo hacen evidente, eso me gustó, el problema es que prácticamente los deseos de esos personajes se cumplen con los planes de morir de esos sacerdotes.
Debo hacer un alto en el camino y agradecerle a este libro la prosa tan bien hecha y enriquecida que maneja, cuando lees los capítulos narrados por los sacerdotes. Yo estaba contenta apreciando lo pulida que eran las palabras que utilizaba y el estilo que tenía. Creo que fue por eso que terminé de leer el libro.
Un error que no logré entender con qué objetivo hicieron fue intercambiar los datos curiosos del autor, faltando dos capítulos para acabar la historia. Fue como la voz interna del autor contándote detalles y cosas que quería lograr con el libro, algo así. Para mí fue bastante incómoda esa distribución.
Lo único de lo que quedas convencido es que cuando dice en la sinopsis de la parte de atrás del libro que es un Romeo y Julieta gay contemporáneo, lo que en verdad te quiere decir es "un drama que sólo el morbo te hace querer leer" y claro Colombia es morbosa por naturaleza.
Quizás fue debido a mi propia ignorancia que yo no suelo ver noticias que no me enteré de esa noticia en la que está inspirada la novela, pero me da vergüenza haber apoyado a hacer más morbo en este país.
No recomiendo este libro, a menos que uno quiera pasar el rato infructuosamente y no se tome eso nada en serio.
Pd: A quien felicito es al artista de la portada, no dice en el libro quién es, pero sinceramente es hermoso. Si alguien llega a saber, que me cuente.
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