22
Perséfone
«Yo quiero…»
No le alcanzaron los insultos para Damien, podría
ser él el adulto pero perdió el control con esa visita inesperada de
Cedric. Habían compartido unos momentos muy significativos gracias a
Damien. Le gustaría decir que todo lo hacía sentir de maravilla, pero obviamente
no se estaba sintiendo pleno.
En esta ocasión no tenía que ver con su típica
pregunta existencial sobre qué sentía por Cedric, sino por una nueva sensación
que lo empezó a invadir. Era la ansiedad, ese ardor en el pecho que no se
parecía en nada a las mariposas o los nervios. Desde que en su
cabeza se volvía a repetir la nueva cita implícita entre los dos, todos los huesos del
cuerpo se le desencajaban.
No quería darle más vueltas al asunto, tendía
a ser muy monotemático cuando se lo proponía y hasta él mismo estaba harto del tema. Para su
fortuna o su desgracia, comenzaba la primera semana del calendario dado por
Tiphany. En esa semana iban a hacerse la edición de las canciones y tenían
un horario de 6 de la mañana a 12 de la noche.
Había hablado con su jefe y este no se había
mostrado muy contento con su semirenuncia. Thom no tuvo el valor de alejarse
del trabajo realmente, porque en su mente seguía estado desconfiado de que su carrera
como músico llegara a más. Siempre esperaba poder tener el plan
B.
Habían llegado al acuerdo de que se iba a
tomar un mes de «vacaciones» y luego volvería a trabajar
en el mismo horario de siempre. De hecho, tenía pendiente hablar con Tiphany de su
horario. Entre tantas cosas bonitas, seguía siendo realista.
Estaba preparado para comenzar con su nueva etapa, si iba a
pasar algo, este era el momento.
***
Lo primero que probó esa mañana fue un café muy amargo.
Su lengua se encogió evitando tener que saborear el líquido
casi negro que había mandado traer. Como decía
su mamá: «si quieres estar despierto, nada mejor
que un baño de agua fría y un café amargo como el infierno».
Efectivamente, los ojos se le saltaron de las cuencas apenas
terminó con la taza y pudo concentrarse en la figura femenina y en
sus compañeros de banda. Estaban reunidos en su primer día
de edición. La disquera tenía dos estudios de grabación
para ir trabajando simultáneamente.
En uno de ellos estaba trabajando Damien con la
remasterización de las canciones, mientras que en el otro estaban trabajando
la grabación de los demos que habían sido aprobados. Realmente no iba a
llevar tanto tiempo grabar las canciones por lo que llegaron al acuerdo que
mientras Damien grababa sus partes en las nuevas canciones, él
iba a estar apoyando la remasterización y así se iban a estar cambiando. Se fue toda
la mañana en la grabación de las partes de Enzo y Dylan.
Mientras arreglaban varios detalles de los tiempos y el tono de la voz de Enzo,
él
estuvo entre un estudio y otro apoyando a las dos secciones.
Nunca se había sentido tan feliz de sentarse a
almorzar. Estaban todos sentados en el pasillo del estudio comiendo sus
almuerzos en silencio. Enzo carraspeaba a cada rato, seguramente ya estaba
cansado de cantar. Siempre tenían cosas que decir, bromear o comentar,
ahora todos estaban concentrados en comer más que en alivianar el cansancio y el
estrés.
Pronto se iba a acabar sus treinta minutos de almuerzo.
Damien fue el primero que acabó y estaba acostado durmiendo los minutos
que faltaran antes de seguir grabando y editando. Dylan también
estaba cabeceando, Enzo le prestó el hombro para que también
durmiera un rato. Dylan rechazó la oferta y metió su cabeza
entre sus brazos que estaban apoyados en sus rodillas.
Una semana entera en ese trajín los iba a matar. En esos días
no iba a volver a casa, se iba a quedar a dormir en el apartamento de Enzo; de
hecho todos se iban a quedar en el apartamento de Enzo. Él era el único que tenía carro y si
iban a salir tan tarde todos los días, no iban a tener forma de volver a
sus casa.
Los días que iba a estar fuera, le había
pagado a una auxiliar de enfermería para que cuidara a su mamá.
Era un gran golpe a su economía pero precisamente estaba trabajando
por ella, se lo merecía. Habían quedado de estar hablando todos los días
para saber cómo estaba.
Pocos minutos después los llamaron para que fueran a seguir
con la edición y grabación. Cada uno se fue a hacer su respectivo
trabajo. El resto de la tarde fue mucho más estresante por los problemas que
tuvieron con el productor que llegó, les hizo repetir muchas grabaciones
que ya habían dado por terminadas y duplicó el trabajo. En más de una ocasión
no sintió la diferencia con el trabajo que habían hecho por
la mañana, pero no pudo quejarse.
Llegaron las 8 de la noche y todos hicieron una pausa más
que merecida para comer. Todo el horario se había retrasado por culpa de todo lo que les
tocó repetir. Trajeron 2 pizzas para ellos y unos refrescos. Los
dejaron comer en la cafetería del estudio. De nuevo, no hubo
conversación en la comida. Ninguno podía alardear de tener energías,
prácticamente se estaban muriendo de cansancio, llevaban 12 horas
trabajando.
Mientras que los trabajadores de la discografía
sí
habían sido cambiados entre la tarde y la noche, ellos no habían
tenido descanso. Los ingenieros de sonido que tenían el turno de la tarde, se notaban que
tenían que lidiar más a menudo con los caracteres volátiles
de cada jefe de turno, por lo que fueron mucho más diligentes que los de la mañana.
A ellos a estas alturas lo único que les importaba, era saber cuánto
y qué tan profundo iban a poder dormir.
Dylan fue el primero en terminar y se recostó
en la mesa para dormir otro poco. Enzo bostezo y lo secundó.
Thom. No quería dormirse porque debía pensar en cómo solucionar
uno de los arreglos que había hecho en una de sus viejas canciones y
que resultaban en un inconveniente en algunas partes de la grabación.
Nunca había pensado que alguna de sus creaciones
fuera particularmente mala, pero comenzaba a dudar de sus capacidades como
compositor. Damien que era el que más se quejaba, también
parecía estar pensando en el arreglo de la canción.
— No había caído en cuenta que la guitarra estaba a
destiempo, cuando tocamos todos juntos suena bien, pero hoy se juntaron todas
las grabaciones e inmediatamente se notó el fallo.
Damien apuntó a que empezaran su debate sobre el
repentino error, pero Thom seguía pensando. Se recostó
en la mesa también y decidió dormir también.
No se dio cuenta que estaba tan cansado hasta que lo
levantaron para seguir trabajando. A esa hora de la noche, el grupo de trabajo
se había reducido a menos de la mitad. Se quedaron en un solo estudio
y prácticamente fue el trabajo de edición del
ingeniero de sonido y Damien.
Cuando oficialmente los despacharon a las 11 de la noche,
casi besaron a todos en la sala. Enzo y Dylan que eran los que menos sabían
de edición, durmieron todo el rato mientras Damien y el quipo
trabajaban. Así que estaban un poco más descansados que Damien y Thom. Eso era
una ventaja para evitar accidentes por si Enzo se llegaba a quedar dormido al
volante.
Enzo era el que menos palabras estaba usando porque le dolía
la garganta. Preparó el auto y los llevó
a todos al apartamento. Apenas entraron Dylan se metió a la cama de
Enzo y no volvió a aparecer. Thom y Damien iban a dormir en la sala, ya
estaban preparadas las colchonetas.
Enzo les explicó dónde estaba cada cosa por si necesitaban
algo en medio de la noche. Thom se bañó los dientes y se dejó
en boxers para dormir. Recostó la cabeza en la almohada y se durmió
inmediatamente.
***
Los demás días de la semana fueron igual de
exigentes, pero debían reconocer que el equipo con el que
estaban trabajando hacía mucho más productivo el trabajo. El cronograma
se había apretado un poco al final de la semana, pero cumplieron con
los objetivos propuestos.
La mayoría de las canciones estaban editadas, y
las que faltaban podrían terminarse sin la necesidad de que
todos los chicos estuvieran ahí. Enzo y Dylan fueron los primeros en
terminar sus labores y tuvieron la autorización de no venir a trabajar el sábado.
Se tomaron la palabra muy en serio y no se aparecieron en todo el día.
Dylan estaba al borde del colapso, esa semana había recaído mucho trabajo en él
como editor y compositor, Thom solo podía apoyarlo en los aspectos más
generales.
El lunes comenzaban con la grabación del video
promocional de la primera canción del single. Tendrían
dos días para discutir el concepto visual del video y el resto de
semana tenían que grabar. El resto de las semanas que faltaban iban a ser
entrevistas, programas de televisión, radio y sesiones fotográficas,
no quería pensar en todo lo que se venía.
Este domingo al fin volvía a casa, tenía ganas de
abrazar a su mamá, hacía demasiado tiempo que no la veía.
Damien se fue con él también al apartamento, lo primero que
hicieron al entrar fue respirar profundo y dejar que el olor a esencia de
manzana los embriagara. Definitivamente estaban en casa.
La auxiliar de enfermería le entregó el informe de
toda la semana y parecía estar todo normal. Su mamá
seguía durmiendo, le dio pesar despertarla. Él sabía que a ella le estresaba cuando tenía
que estar al cuidado de un extraño, ya que siempre decía
que se sentía en eterna visita.
Una vez estuvieron solos, Damien llamó a su casa
para avisar que regresaba por la tarde, luego se acostó en el sofá
y de nuevo se puso a dormir. Thom no podía hacer lo mismo, porque debía
responder por el almuerzo de su mamá y se puso a cocinar. Tenía
ganas de cocinarle algo que le hiciera realmente sentir que volvía
a estar en casa.
El reloj marcaban las doce del mediodía y Thom ya
estaba preparado para recibir a su mamá. Efectivamente invocada por el olor
apareció en la cocina exigiendo su almuerzo.
— Que gusto es poder comer otra vez la comida de
mi hijo.
Siguió lentamente a su silla para comer y
luego sacó de su buzo una caja no muy grande.
— Esta es una sorpresa para ti. La trajo el
chico que vino a mi cumpleaños.
Thom casi bota el plato que le llevaba a su mamá
y se quedó sorprendido mirando el pequeño cubo que adornaba la mesa.
Colocó el plato frente a su madre y pasó
los dedos sobre la pequeña carta de dedicación
que tenía el regalo. Efectivamente era de Cedric y el detalle que le
había llevado hasta allí era una plumilla para guitarra.
Su garganta se llenó de una presión al punto de
no poder respirar. Era un detalle muy lindo de su parte, el papel decía
que esperaba que su pluma le diera más suerte en las grabaciones. Las
mejillas las tenía entumecidas por la sonrisa que tenía. Cedric no
había olvidado su nuevo itinerario. Este chico no dejaba de pensar
en él y saber eso lo hacía muy feliz.
Su mamá le siguió alabando por la comida y le preguntó
sobre todo lo que habían tenido que pasar esa semana y qué
era lo próximo que les esperaba. La charla que tuvo con su mamá
lo dejó muy relajado y ya luego se despidió de ella y se
fue a dormir. Había intentado mandar un montón de mensajes de agradecimiento a
Cedric, pero se arrepentía
y los borraba; hizo eso hasta que se quedó dormido.
***
La mañana siguiente se levantó
muy temprano y se preparó para ir a la disquera, donde se iban a
hacer las reuniones con los directores de arte, fotografía y el
productor para el concepto del video promocional. Estaba muy motivado, pero
entre todas las cosas que lo hicieron sentir así era saber que Cedric lo estaba
apoyando. Ya sabía que así era desde siempre, pero ahora tenía
esa muestra física de su apoyo.
Era muy temprano, pero ese momento era el justo para
llamarlo, porque se sentía capaz de hacerlo. Mientras esperaba al
taxi, tomó el celular y esperó que lo conectara a él.
Como era de esperarse, no contestó. Thom dejó que llegara al buzón
de voz y le dejó un mensaje muy corto. El pecho se le encogió
de la emoción, a cada paso que daba, hiciera lo que hiciera, terminaba
acercándose a Cedric y no quería alejarse.
Hoy comenzaba una nueva semana de trabajo. Ya tenía
fuerzas para continuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario